Un breve latir inmortal
¿De qué le serviría al cielo existir si en el atardecer no pudiera mostrar su encanto? ¿De qué le serviría a la luna brillar si no pudiera iluminar el camino de alguien más?
Y así es, de qué me serviría estar viva si no tendría posibilidad alguna de compartir con vos este momento.
No sé qué te trae a estar leyendo éstas líneas pero gracias, es un placer encontrarnos por acá.
Te lo advierto, vamos a bucear océanos, caminar desiertos, escalar montañas. Vamos a tirarnos en el pasto a contemplar el sol. Vamos a ponerle música a tu corazón. Y como dicen por ahí "el que avisa no traiciona".
Estoy viva y esta es mi forma de inmortalizar mi breve latir. La ambigüedad misma en una sola frase, lo inmortal y lo breve se funden en un mismo renglón. Así, como en la vida.
"Somos instantes caminando por un sendero que llamamos vida" escribí tiempo atrás. Y luego reforce la finitud del cuerpo afirmando que somos lo que dejamos en el corazón de las personas. Y ahí vivimos en infinidad de las vidas del alma.
Vos podrías elegir habitar la ambigüedad, así vivirás con la fuerza de saber que es de una vez y si lo logras, para siempre.
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