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Mostrando entradas de octubre, 2021

Ley primera

Frené un segundo a pensar en él, quería homenajear su compañía.  Representé su persona en dos manos agarradas. Claro, la de él y la mía. No hay etapa en mí vida que no lo vea de mi mano,  no hay caída que no lo vea curándome las heridas con pervinox,  un beso en la frente o un abrazo de esos que sólo él sabe darme.  No hay etapa en mí vida que no lo vea de mi mano,  acompañando mis logros, celebrándolos, dándome un empujoncito para que me anime a más.  Frené un segundo a pensar en él, quería homenajear su compañía.  Representé su persona en una escena de teatro, a veces él es mí público,  otras tantas yo soy el público de él. Y unas cuantas más compartimos escenarios.  Escenas dramáticas, cómicas, trágicas, de terror. Miles de obras de teatro compartidas,  celebradas, construidas y criticadas. Miles de abrazos que cerraron historias.  No hay una sola escena en la que no estemos ahí, juntos.  Frené un segundo a pensar en él, mi ...

Lapacho - El árbol del que saltaron las flores.

¿Quién se atreve a decir que las flores  pierden su encanto al caer?  Vi muchas flores esa mañana de sol alrededor del árbol,  habían tocado tierra fértil, era tiempo de que suceda la transformación.  Me pregunto cuántas primaveras habrían florecido abrazadas a las ramitas de ese árbol,  me pregunto qué las hizo animarse a saltar de allí.  Quizás fue la cálida brisa de esa mañana que, al mover la rama, les dio el envión. Quizás era hora de saltar, esa madera ya no les pertenecía.   "A la cuenta de tres saltamos" … A la una, a las dos,  y a las tres …  que comience el viaje. 

Hoy el sol se corrió un poquito de lugar

Solo quien sabe observar se da cuenta que hoy se corrió el sol un poquito de lugar. Quizás quien sepa observar eso tenga un secreto mágico parecido al que tiene mamá cada vez que algo pasa y que sin decirle ni una sola palabra aparece a preguntar qué anda pasando adentro del pecho que, sin que haga mucho ruido, está escuchando sonar. Quizás quien sepa observar el momento justo en que el sol se opone un cachito más hacia la izquierda tenga el mismo don que esa hermana de la vida que cuando siente un poquito de silencio te pregunta si esa calma es la que antecede al huracán. 

en silencio

La miraba a diario y ella solo sonreía cuando hablada de lo que la apasiona. La miraba a los ojos y era ahí donde entendía el fuego que vive ahí dentro. Explotaba de amor y se notaba que quería huir de los lugares que no la encendían.  La escuchaba cada mañana incluso cuando estaba en silencio. Sobre todo en esos momentos era cuando más gritaba. No lograba estar quieta. Ella pertenece al movimiento, a su transformación.  Hacía años la miraba, la escuchaba, la sentía.   Daba indicios de su anhelo por comerse el mundo.  Lo que no se da cuenta es que a eso se dedica cada día.  La miraba a diario y ella bailaba sus propios ritmos.  Cuando quería aceleraba la música, cuando quería cambiaba las letras.  Y cuando lo sentía revoleaba el disco a la mierda y se quedaba en silencio.  La escuchaba cada mañana sobre todo cuando empezaba las frases diciendo "que loca la vida no?", sabía que después de eso se venía un mundo de sensaciones y viajes a lugares...

Llegué a destino.

Me detuve en eso que sentí el día que te abracé por primera vez. Si, aquella vez que nada significabas para mí. Me detuve ahí, en la primer carcajada. Me detuve ahí porque hoy todo tiene sentido. No sé si fue ahí, no sé si fue tiempo más tarde cuando te vi bajar en casa. No sé si fue tu abrazo, tu "que linda estas hoy", tú compañía en busca de birritas para compartir, tú mano apoyada en la mía con algunos espectadores atrás. No sé si fue el beso que sin pensarlo demasiado nos dimos. O si fueron las incontables visitas hasta entonces. Me detuve, me detuve porque finalmente me sentí en casa. Me detuve porque finalmente había llegado a destino. Y ojo, cuando hablo de detenerme no hablo de quedarme quieta. Pues, sabes muy bien que pertenezco al movimiento. Me detuve ahí, en el movimiento infinito de mi corazón, parece que se escapa, que se va ¡se me explota el pecho!. Me detuve en el movimiento de dos almas que se abrazan sin siquiera tocarse. Me detuve ahí, en el amor. En tu mir...